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La Aventura Despues del Verano, Capitulo 1 Parte 1

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Juli4427's avatar
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Tema introductorio: "Phineas y Ferb aún viven"

El verano comenzó, Candace loca se volvió
Y la playa en nuestro patio desapareció.
Invierano, un cohete, submarinos, viaje a Marte,
Ganamos un derby y a la banda se reunió.

Rompimos todas las marcas, reunimos todas las vacas,
Y nuestra mascota al doctor él derrotó.
Tanto hubo por hacer, ¡y mucho pudimos ver!
Biff el pez, Doof DJ, ¿qué mas cosas puede haber?

Phineas y Ferb aún viven,
Nuevas aventuras y nuevas locuras.
Phineas y Ferb aún viven,
Con humor del bueno, amor y misterio.

Una máquina encargamos, y al futuro la enviamos
Perry un Agente era y Doof se hizo más villano.
Nueva Orleans, la prisión, Candace vino y nos salvó
Un gran viaje nos hicimos y hasta California fuimos.

Un rechazo, luego amor, una bomba, un salvador
Y a Ferb una chica le frustró todo su amor.
El verano al fin se irá, pero hay tiempo para más:
¡Phineas e Isa se amarán, la aventura seguirá…!

Phineas y Ferb aún viven,
Nuevas aventuras y nuevas locuras.
Phineas y Ferb aún viven,
Con humor del bueno, amor y misterio...


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Phineas y Ferb:

La Aventura después del Verano


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Capítulo I

De regreso en la 119 de Danville


"Del vago que les trajo 'La Película'"

Primera Parte

El calendario marcaba el día que todo niño deseaba no llegara nunca. El frío clima de ese primer lunes de septiembre hacía preveer lo mucho que duraría ese período hasta el próximo verano. Demasiado. Nueve largos y complicados meses…

El viento arrancó una hoja anaranjada del árbol del jardín de una casa de Danville, la cual se metió por la ventana y descendió lentamente hasta posarse en la cara del jovencito de diez años Phineas Flynn, que dormía plácidamente en su cama. El contacto provocó que el chico estornudara tan fuerte como para despertar a él, a su hermanastro Ferb Fletcher y a su mascota Perry, el ornitorrinco.

Tras darse cuenta que estaba conciente, bostezó y salió de la cama. Faltaba un minuto para las siete, con lo cual se había anticipado al reloj despertador.

-Buen día, Ferb-lo saludó Phineas, y cerró la ventana-Olvidé por completo que hoy es el primer día de escuela y ya comienza el frío… no podemos seguir dándonos el lujo de dejar la ventana abierta, hermano.

El chico, pelirrojo, estaba muy triste. Su hermano, de pelo verde, también. Era increíble: luego de 104 días de diversión, todo se acababa y había que volver a la terrible escuela.

-Ya se acabó todo, ¿no? Bueno, pero nada es para siempre… aún así, ¿no crees que ha sido el mejor verano que hayamos podido tener?

Ferb le sonrió, y le hizo un gesto positivo con la mano.

-Será mejor que nos vistamos, ¿no?

Phineas y Ferb se pusieron de acuerdo y se pusieron su ropa de siempre. No debían recurrir, por suerte, al uniforme para ir al colegio, ya que se trataba de una escuela pública.

Antes de bajar, Phineas abrió el cajón de su mesita de luz y sacó algo de allí. Ferb lo vio y sonrió. Era la mitad del relicario de Isabella García-Shapiro, su novia, el cual él había partido en dos el día anterior y cada uno se había quedado con la mitad del retrato que contenía la imagen del otro. Por consiguiente, la chica tenía una mitad que contenía la foto del pelirrojo.

Se quedó mirándola con la mirada perdida y divagando en lo más profundo de su mente.

-¿La amas, verdad?-Ferb lo sacó de sus pensamientos.

-Con todo mi corazón, hermano-le respondió-¿Sabes? Creo que todo esto es gracias a ti y a Jeremy… él me enseñó a amar, tú me ayudaste a recordar mis sentimientos… Siempre pensé que el amor lo arruinaba todo… que ciego era.

Ferb le puso una mano en el hombro. Phineas volvió a sonreír.

-También pensé en que tú tendrías novia antes que yo. Lamento que Vanessa te haya rechazado.

"Rechazado" era una palabra tan fuerte para Ferb… se quedó triste, mirando por la ventana cerrada. Phineas intentó enmendarlo.

-Disculpa… no quise ofenderte… sé que ella lo era todo para ti. Pero… ¡Anímate! Hasta es probable que puedan casarse en el futuro…

-A ella le gusta otro-dijo, aún más triste.

Phineas se quedó pensando en la máquina del tiempo. Los hechos, en cierta forma, habían cambiado, y tal vez algo del futuro se habría modificado. Esa era la única explicación que le encontraba al hecho de que la adolescente no lo hubiera aceptado.

De cualquier forma, decidió seguir dándole ánimo.

-Vanessa no es la única, hermano… tal vez ella no era para ti… Pero te aseguro que encontrarás a alguien algún día… ¡Yo pude! ¿Por qué no tú? Eres muy especial, hermano… y creo que le gustas a muchas de las chicas exploradoras.

Ferb no pudo evitar reír. Que eran chicas lindas, lo eran… en especial Gretchen, la segunda dentro de las exploradoras y por la cual parecía sentir algo.

-Bueno, ¿vamos a comer?-le preguntó-¡Hoy hay que estar lo mejor posible! ¡No hay que entrar a la escuela así! Puede ser un gran día si te lo propones.

Ya con la confianza revitalizada, Ferb sonrió y salieron de su cuarto para llegar a la cocina y encontrarse con sus padres, Linda y Lawrence. Mientras, Perry volvía a conciliar el sueño.

-¡Buenos días, niños!-exclamó el inglés, mientras leía el periódico matutino-¿Están listos para comenzar este nuevo año?

-Año nuevo ya pasó, papá-le dijo Phineas.

-Bueno, bueno… ¡este nuevo ciclo! ¿Así está bien?

-Mejor.

-Buenos días, hijos-los saludó Linda, con un beso a cada uno y dos platos de panqueques-El desayuno está listo.

-De lujo-dijo Phineas, pero antes de empezar a comer, preguntó:-¿Y Candace?

-Duerme-dijo Lawrence-Los lunes su curso comienza a tener clases una hora después que ustedes, y creímos que estaba bien dejarla dormir una hora más.

-Se lo merece-comentó el pelirrojo-Porque es una gran persona y una gran hermana.

-Y necesita descanso luego de tantos ataques de locura este verano-aseguró Linda.

Phineas terminó de comer el primer panqueque, y le echó una ojeada al diario de su padrastro. En primera plana, una foto de un hombre muy extraño, con aspecto de científico loco, que se le hizo muy familiar al muchacho.

-¿No han podido atrapar todavía a ese sujeto?-preguntó Phineas.

-No, hijo-respondió Lawrence-Desde que Doofenshmirtz escapó de Albatros, no se ha hablado de otra cosa en el Área Limítrofe, y todavía nadie sabe donde está ni como se fugó. Se ha tornado más difícil que encontrar una aguja en un pajar.

-O a Wally en China-comentó Linda-Pensar que yo salí con ese hombre… ¡y que Charlene fue su mujer…! ¿Qué pudo haberle visto de bueno para casarse y hasta tener una hija con él?

-Podrías hacerte la misma pregunta a ti misma, pero yo te la responderé… el amor es un misterio, cariño. Mira a nuestro hijo, ya tiene novia.

-Por favor, papá-le dijo Phineas-Sabes que no me gusta hablar de Isabella en la mesa.

-¡No tiene nada de malo! Además, todos sabemos que…

De repente, un grito sorprendió a todos.

-¿Qué onda, familia?-preguntó una contentísima Candace Flynn mientras se acercaba a la mesa vestida con su habitual blusa roja y falda blanca.

La familia la miró sorprendida, por su buen humor, y por haberse levantado a esa hora.

-¡Hija!-exclamó Linda-¿No es demasiado temprano para que te despiertes?

-No, no lo creo-respondió-¡Además, me he levantado a esta hora casi todo el verano! Debe ser la costumbre, ¿no?

-¿No será por…?-quiso preguntarle Phineas, pero ella le tapó la boca.

-¡Mamá no sabe nada de lo que pasa entre Jeremy y yo!-le susurró al oído, nerviosa.

-Ups, lo siento…

-Además, mamá-dijo, volviendo a su habla normal-Creo que no debería irme a la escuela sin antes despedirme de mis hermanos, ¿no? Después de todo… les debo mi futuro…-y les guiñó un ojo.

-Gracias, hermana-le dijo Phineas.

Linda miró la hora, y comenzó a desesperarse.

-¡Niños, en diez minutos el autobús llega a la parada! Deben terminar ahora…

-Terminamos hace cinco minutos, ma-le dijo el pelirrojo.

-¡Bueno, vayan!-exclamó-¡Que les vaya bien en su primer día!

-¡Lo mismo digo!-les dijo Candace,

-¡Suerte, niños!-los saludó Lawrence.

Los dos salieron de la casa y caminaron hasta la parada. El clima era frío, pero ambos decidieron ir a la escuela con su ropa normal, como para que el espíritu del verano continuara vivo un tiempo más.

Antes de llegar a la parada, Phineas se detuvo al ver a alguien allí.

-Isabella…-dijo, con expresión de enamorado.

Y fue corriendo hasta allí, para reunirse con ella.

-¡Phineas!-exclamó ella, y ambos se dieron un abrazo enorme.

-Isa, mi amor…

Y se miraron un rato, estudiándose un rato, para ver quién era el primero en besar al otro, cuando apareció Ferb.

-Eh… Ferb… tal vez te moleste que… bueno… Isabella y yo…

El casi adolescente hizo un gesto de "no hay problema" y se dispuso a mirar por si venia el autobús, mientras los jóvenes novios se besaban sentados en el cordón de la vereda. Le daba alegrías y tristezas ver a su hermano enamorado, pero, como él le había dicho, alguien vendría algún día…

En ese momento, llegó un trío que nadie esperaba que viniera. La pandilla, integrada por Baljeet Rai, Buford Van Stomm y Django Brown, se quedó mirando a la parejita y, en lugar de reírse, los aplaudieron sádicamente.

-¡Creo que merecemos un poco de privacidad!-les gritó Phineas, enojado.

-¿En la calle?-preguntó Baljeet, sarcástico-¡Creo que podrían esperar al autobús!

-Sí, el año pasado besé a tres chicas en un solo viaje-presumió Buford.

-Y yo a cuatro-lo retó Django-Vamos, que allí viene.

El colectivo se detuvo y los seis subieron. Dentro ya estaban sus otros amigos, como las chicas exploradoras e Irving. Al ver a sus amigas, Isabella se acercó a donde estaban ellas y, en pose triunfante, lo tomó a Phineas de la mano y le dio un beso, provocando que todas la aplaudieran.

-¡Así se hace, jefa!-le dijo su mejor amiga, Gretchen-¡Cumpliste tu promesa!

-No me llames jefa, Gretchen… ¡pero gracias!

-Isa, ¿tus amigas sabían lo tuyo?-le preguntó el pelirrojo.

La niña de pelo negro asintió y su novio se limitó a sonreír. La morocha siguió hablando con su escuadrón.

-Bueno, chicas, ¿están listas para sus actividades escolares?-le preguntó a sus amiguitas.

-¡Sí, jefa!-le dijeron al unísono.

-¡Que no me llamen jefa! Bueno, si quieren… pero sólo delante del director.

Phineas, Ferb e Isabella se sentaron juntos. El primero miraba por la ventana y pensaba, mientras ella trataba de persuadirlo para darle un beso. El otro simplemente leía una novela policial.

-¿Qué te pasa, Phineas?-le preguntó la chica-¿Te sientes bien?

El muchacho no respondió, y siguió mirando la ventana, triste. Mientras el vehículo avanzaba, pudo ver como otros chicos de otras escuelas entraban cabizbajos a ellas, y como algunos adultos regresaban a sus trabajos. Al mismo tiempo, pudo oír una melodía en su cabeza, muy acorde al momento que estaba viviendo...

(Los Gatos - Las vacaciones) www.youtube.com/watch?v=jIkfCS…

El verano pasó, y algo va a suceder, tu vida cambiará.
Vendrás de otro lugar de nuevo a la ciudad a trabajar.
La playa, el sol y el mar, fueron tu diversión, en esta vacación.
Y muchas chicas que te dieron su amor.

Como todo termina, terminó el verano, el sol se fue temprano, y no hizo más calor.
Y el amor de las chicas también se marchó, y sólo hoy estás.
Igual que una canción duró esta vacación, hoy todo terminó.
Ya no lo pienses más, y vuélvete a tu hogar a trabajar.

Ya no lo pienses más, y vuélvete a tu hogar a trabajar...
A trabajar... A trabajar...


-¡Phineas! ¡Phineas Flynn, háblame!

-¿Eh?

Los gritos de su novia alertaron al chico, que salió del trance.

-Oh... lo siento, Isa... estoy un poco triste.

-Vamos, amor, no es el fin del mundo...

-Es que…-el pelirrojo se quedó pensativo de nuevo, y luego dijo:-tú sabes, tanta diversión todos los días y ahora hay que volver a encerrarse ahí adentro… tú siempre supiste que yo odio la escuela pero por la presión que nos da, no por los maestros o la tarea… no hay diversión allí.

-Puedes divertirte mucho, Phineas… ¿qué te sucede? ¿Acaso tu imaginación sólo sirve en el verano? Sigues siendo tú… y no hay nada que no puedas hacer.

-Gracias, Isa… es un gran consejo.

-Bueno… ¿qué dices? ¿Seguimos?

Y continuaron besándose hasta que el autobús llegó a la escuela. Una vez adentro, todos los chicos fueron llevados al auditorio para un discurso del nuevo director de la escuela primaria.

En eso, apareció un profesor alto, delgado, con cabello largo y castaño. Era Bernard Warhol, el profesor titular del quinto grado. Se subió al escenario y saludó con buen humor.

-¡Muy buenos días, niños!-exclamó.

Inmediatamente, fue recibido con una lluvia de aplausos. Esto era porque para los niños, Warhol era el profesor más comprensivo y porque nunca castigaba a nadie.

-Quiero darles la bienvenida a la Escuela Primaria 119 de Danville, en especial para los nuevos de primer año…-siguió-Bueno, como sabrán, el anterior director desapareció misteriosamente en la fiesta de fin de clases este año, y…

-Sí que nos divertimos esa vez, ¿eh, Ferb?-le comentó Phineas a su hermano, sentado a su lado, dándole un codazo de picardía en el brazo.

Flashback

-Y entonces le digo: "¡haz eso de nuevo y te patearé tan fuerte que te mandaré hasta la Luna!"-contaba el antiguo director en la reunión de fin de ciclo, el último día de clases, en donde estaban todos los profesores y alumnos de las dos escuelas generales de Danville.

-¡Director! ¡Director!-gritaba Candace, entrando a la reunión de los maestros-¡Phineas y Ferb están entrenando monos para andar en bicicleta! ¡Tiene que verlo!

-Señorita Flynn, por el amor de Dios… ¿qué demonios está diciendo…?

Al terminar de decir eso, dos monos se le suben a la cabeza al director y hacen que corra despavorido por el salón de profesores, hasta tirarse por la ventana y caer en la fuente del patio. Luego, sigue corriendo y se pierde en un bosque.

-Ups, demasiado trabajo con monos-decía Phineas, apareciendo junto a Ferb en la sala.

-¡Ustedes dos están en problemas!-decía Candace-¡Mamá los matará por esto!

Luego de llamar a mamá con el celular, ésta hacía su aparición y no veía nada.

-¡Candace, aquí no hay ningún mono! ¿Has estado tomando alcohol?

-¡No, mamá! ¡Te juro que estaban aquí!

-Estás en problemas, jovencita. Espero que esta sea la última vez que haces locuras.


Fin del flashback

Ferb rió a carcajadas. Era obvio que recordaba la escena a la perfección.

-… entonces, hemos nombrado a un nuevo director para este año. ¡Recién llegado de Medio Oriente! ¡Un aplauso para el señor "Freddie" Forbidden!

Un enorme sujeto subió al escenario y tomó el micrófono del auditorio con rudeza.

-¡Mi nombre es Frederick, maldito enano!-rugió.

-Señor Forbidden, por favor…

-¡Silencio! ¡Y ustedes, mocosos! ¡Abran bien sus sucias orejas, que esto les quedará grabado en la cabeza por todo el año! ¡Ante cualquier violación al reglamento de la escuela que yo vea, serán castigados al estilo antiguo! Y no tendré ningún problema en usar la tabla para castigos. ¿Alguna pregunta?

Nadie abrió la boca, ni siquiera para toser.

-Gracias.

Y se retiró, golpeando fuertemente el suelo con sus enormes pies.

-Ese hombre es un salvaje…-comentó Phineas en voz baja-¿Por qué es así?

-Yo sé que luchó en Afganistán-le respondió Buford.

-Y que su esposa lo dejó por otro hombre-siguió Baljeet.

-¡Y que tiene una serpiente en su oficina y la alimenta con niños!-se preocupó Irving.

Todos lo miraron con expresiones irónicas, en especial Ferb.

-Perdón-dijo.

-Voy a golpearlo en el recreo-comentó el bravucón, en voz baja-¿Me acompañas, Jeet?

-Bien, pero anótalo en tu agenda-respondió el hindú.

-Así lo haré… ¿Tienes una…?

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Al mismo tiempo, Candace, Stacy y Jenny conversaban en uno de los pasillos de la Escuela Secundaria de Danville, que estaba a unas cuadras de allí. Candace estaba junto a su casillero, pero aún no lo había abierto.

-Sí, sería genial hacer una banda-comentó Stacy-¿Qué opinas, Jenny?

-Oh, me encantaría. ¿Y tú, Candace?

-No estaría mal. Pero preferiría un poco de libertad. La escuela ya es demasiado.

-Vamos, Candy, podremos asegurarnos un futuro como estrellas de rock-la persuadió su mejor amiga.

-No quiero un futuro así, quiero casarme con Jeremy y tener dos hijos… ya sabes…

-¡Xavier y Amanda!-dijeron las tres, al unísono.

-Sí, en efecto-dijo Candace.

-Bueno, ¿vamos, chicas?-les preguntó Jenny-Creo que se nos hace tarde.

-Ustedes vayan, yo me quedaré ordenando.

-Ya rugiste-dijo Stacy, y se fue con la chica hippie.

Al ver que nadie estaba allí, abrió el casillero y se metió adentro. Prendió una vela que tenía en el bolsillo de la falda, y se miró cara a cara con Jeremy.

-Tardaste un poco, ¿no?-le preguntó.

-Tranquilo, aquí estoy-le respondió con una sonrisa-Todavía tenemos diez minutos.

Y, en el transcurso de esos diez minutos, el rubio y la pelirroja se besaron como buena pareja que hacían, hasta que un ruido los detuvo.

-¿Quién está ahí?

Candace y Jeremy hicieron silencio, a la vez que el intruso intentaba abrir la puerta. Finalmente, esta se abrió y los dos esperaron lo peor, pero se tranquilizaron al ver que la que estaba allí era nada menos que Vanessa Doofenshmirtz, vestida con una blusa negra, una campera liviana color verde y un pantalón de Jean.

-¡Ustedes dos!-gritó la ex-gótica, enojada-¡Como siempre, haciendo maldades! ¡Le diré al profesor Brooklyn y los castigará como nunca!

Los tres se miraron, e inmediatamente rieron a carcajadas.

-Muy gracioso, Vanessa, pero ya estamos grandes para creernos esas cosas-le dijo Jeremy.

-Sí…-dijo Candace.

-Creo que voy a copiarles el truco… me gustaría arrastrar a Johnny a uno de estos.

-¿Qué, aún te gusta ese?-le preguntó la pelirroja, extrañada.

-De hecho, somos novios…

La revelación le puso los pelos de punta a la pareja.

-¿Novios?-gritaron los dos al mismo tiempo, sorprendidos.

-Oh, sí… y ayer me besó… no tenía idea de que me quería tanto…

Jeremy se quedó pensando… si lo que decía era verdad, significaba que ella se le había declarado el día anterior luego de rechazar al hermanastro de Candace… ¿posiblemente para que no la siguiera "molestando"?

-¿Y por qué no Ferb?-le preguntó, de cualquier forma.

"Ferb". Ese nombre le puso a Vanessa los pelos de punta. Lo quería también, pero no lo amaba… habían hablado y ella le había dicho lo que pensaba. Obviamente, lo destrozó, pero tenía que decírselo. Era la verdad.

-No… no quiero hablar de él-susurró-Vamos a clase, llegaremos tarde.

Los novios se miraron mientras ella apuraba el paso.

-Hacían una linda pareja-se lamentó el rubio-Bueno, no todo termina bien en la vida.

-Por desgracia…

-También la veo un poco triste… ¿no crees?

-Recuerda también que su padre está prófugo-le dijo Candace-¿Qué estará haciendo?

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(Jingle Musical) ¡Doofenshmirtz, Malvados y Asociaaaadoooos!

Al mismo tiempo que la pelirroja decía eso, Heinz Doofenshmirtz tomaba un café mientras leía el periódico matutino, sentado en la mesa de su cocina. En ésta estaba apoyada nada más ni nada menos que la cabeza de Norm, aún viva, la cual lo había ayudado a escaparse de la cárcel de Albatros.

-¿Ya va a darme un cuerpo nuevo, señor?-preguntó él.

-Voy a tardarme un poco, Norm-le dijo él-Quiero organizarme primero…

De lo único que se hablaba en el diario era sobre él. Ver su cara en el papel, posando para la foto que se le tomó en la prisión le hizo pensar… ¿cuánto tiempo podría sobrevivir así?

-Me llevan todos los demonios-susurró, mientras leía el artículo que describía su fuga-Es obvio que en cualquier momento invadirán mi departamento para encontrarme, y Perry el Ornitorrinco no tardará en llegar para detener mis planes… necesito algo… ¡una identidad falsa! Pero tendré que cambiar absolutamente toda mi vida…

Se miró en el reflejo de su ventana y se quedó pensativo.

-Una nueva vida… ¿dejar atrás todos mis traumas y comenzar de nuevo?

No parecía una mala idea. Aunque difícil, no parecía mala.

-Voy a necesitar tiempo para esto-se dijo.

De repente, algo rompió la ventana de su laboratorio. Era su peor enemigo.

-¡Perry el Ornitorrinco!-exclamó-Pero… ¿de qué se trata esto?

Inmediatamente, un enorme grupo de soldados irrumpió en el edificio. El Mayor Monograma apareció por detrás del Agente P, escoltado por Carl.

-Buenos días, Doofenshmirtz-lo saludó-Es positivo verlo de nuevo… ¡y con positivo me refiero a negativo! ¡Atrápenlo!

Un grupo de soldados lo rodeó.

-¡Ríndase, demente!-le gritó Francis.

-¡Nada de eso!-gritó, y sacó una de sus cámaras cegadoras de su bolsillo.

-¡No lo dejen…!-gritó Monograma, pero ya era tarde: la cámara ya los había dejado a todos inconscientes.

Heinz se dispuso a escapar, pero Perry el Ornitorrinco aún estaba de pie. El científico intentó seguir sacándole fotos, pero nada sucedía.

-Oh… ya recuerdo… el flash no funciona contigo.

Perry prosiguió dándole un buen golpe en la nariz, pero Doofenshmirtz siguió luchando, armado con una enorme ametralladora que lanzaba rayos de calor.

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De vuelta en la escuela primaria, Phineas e Isabella estaban sentados juntos en la clase del señor Warhol. Entonces, este entró. Su aspecto era muy similar al de un hippie, no sólo por su cabello, sino porque usaba ropa de colores, y además traía una guitarra consigo. Sin embargo, parecía bastante lúcido y aseado.

-Bien, niños, espero que estén felices de volver a la escuela en este nuevo ciclo lectivo…-anunció.

Todo el curso lo miró de forma irónica.

-Bueno, tal vez no del todo… ¡en fin! En primer lugar, y como modo de retrospectiva, me gustaría saber que es lo que ustedes hicieron en el verano.

Phineas soltó una de las sonrisas más grandes de su vida.

-Querrá decir qué no hicimos…-lo corrigió el pelirrojo.

-¿Eh?

-¡Fue el mejor verano de nuestras vidas!-exclamó Baljeet.

-¡Lo mismo digo!-afirmó Isabella, agarrándolo fuerte de la mano al pelirrojo.

-Genial para golpear a los nerds y superar nuestros miedos-siguió Buford.

-¡Vaya! Veo que la han pasado bien… ¿saben? Hoy no deberíamos hacer nada. ¡Vamos a contar lo que pasó en estos ciento cuatro días de vacaciones!

-¡Sí!-gritaron todos, emocionados.

Dicho esto, Warhol tomó su guitarra y se puso a rasguear mientras Phineas contaba lo sucedido en todos esos maravillosos días.

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Más o menos a la misma hora, Ferb debía afrontar séptimo año, con un nuevo profesor: el señor McGillycuddy, quien había sido el maestro de Baljeet en su curso de verano.

-Bienvenidos al colegio, chicos-saludó, contento-Soy el profesor McGillycuddy, pero pueden llamarme Maggie. Así es como me dicen…

La clase se quedó en silencio, sin saber cómo responder ante eso.

-Bien, bien… ¿qué se supone que debemos ver este primer día?

Otra vez, todos se quedaron callados, pero esta vez por una buena razón: ¿no era el profesor quien debía comenzar con la clase?

-Vamos, chicos, ¿qué tengo que hacer con ustedes?

-Usted debería saberlo-le dijo un amigo de Ferb-Usted es el maestro.

Perplejo, McGillycuddy se sentó en su silla y se agarró la cabeza.

-¡No sé que hacer!-gritó, enloquecido-¡Alguien que me diga qué hacer!

El hombre no tenía ni idea de lo que tenía que enseñar. Inmediatamente, todos los alumnos empezaron a reírse.

-¡No se rían!-gritó, enojado-¡No es mi culpa! ¡Me avisaron que sería profesor aquí ayer a la noche! ¡Era como si todos hubieran perdido la memoria!

Todos siguieron cayéndose de risa. En especial Ferb, quien era el único en el lugar que sabía por qué el tipo decía eso.

-¡Ya basta! ¡Esto es demasiado! ¡Me vuelvo a casita!

Y ya con un verdadero ataque psicótico, el maestro abandonó el aula corriendo, mientras los chicos comenzaban a hacer travesuras en la sala.

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En la secundaria, la clase ni siquiera había podido comenzar. Los adolescentes que estaban en el aula se limitaban a mirar como el delgado y bigotudo profesor Theodore Brooklyn, mejor conocido por su apodo, Teddy, dormía plácidamente con la cabeza apoyada sobre su escritorio.

Candace lo miró por enésima vez, y le susurró a Stacy:

-¿Nadie va a despertarlo?

-No hasta que estemos todos-respondió ella-Si lo despertamos ahora, sabrá que Coltrane está llegando tarde… ¡oh, Dios! ¿Dónde se metió?

-Tal vez lo secuestraron de nuevo-bromeó Jeremy.

La novia del moreno le dedicó una mirada asesina y siguió esperando tranquilamente. Todos estaban allí, menos él, cuando, de repente, la puerta se abrió y Coltrane, lo más silenciosamente posible, se deslizó hasta el asiento que ella le había guardado.

-Hola, Stacy-la saludó, sonriente-lamento haber llegado tan tarde, es que perdí el autobús…

-No hay problema-le dijo ella, dándole un beso-pero avísame por el celular, ¿quieres? Desde lo que pasó en la noche del partido me preocupo mucho por ti…

-¿Otra vez se quedó dormido este tipo?-la interrumpió, mirando al profesor Brooklyn-El año pasado al menos tenía fuerzas para levantar el borrador…

-¿Lo despertamos?-preguntó Candace-¿O nos quedamos sentados haciendo nada?

-Prefiero aguantarme al profesor hablando sin parar a hacer nada-comentó Jeremy-Voy a despertarlo.

-Mejor voy yo-dijo la pelirroja.

Se levantó de su asiento y lo zamarreó un poco.

-Profesor Brooklyn, despiértese, tiene que dar la clase.

Pero el sujeto siguió durmiendo como un bebé. Entonces, ella decidió gritarle.

-¡Profesor! ¡Profesor Brooklyn! ¡Levántese, la clase debe comenzar!

Finalmente, el hombre abrió los ojos, y la miró.

-Ah, ahí estás, Flynn… ¡vaya! Pero… ¿qué es esto? ¿No vas a presentarme a tu gemela, Flynn?

-¿Mi qué…?

-Tu gemela, esa chica igual a ti que está a tu lado…

Perpleja, miró a su izquierda, pero no había nadie. Fue entonces que vio como Jeremy le hacía un gesto llevándose el dedo a la boca, como diciéndole "está borracho". Y así era.

-Bien… como sea, tiene que dar la clase, señor…

-Espera, primero quiero saludar a tu gemela. ¿Cómo está, gemela de Flynn…?

Entonces, se levantó e inclinó para saludar la chica que ni siquiera existía, lo cual provocó que perdiera el equilibrio y cayera de boca al piso.

Los adolescentes lo miraron. Estaba inconciente.

-Al diablo-dijo Candace-¿Qué quieren hacer, chicos?

Y, al igual que en la clase de Ferb, todos comenzaron a hacer travesuras.

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La clase de quinto había resultado apacible y con muchas risas. Con la ayuda de sus amigos, Phineas había logrado describir cada aventura cada día del verano, fascinando a su maestro, quien lo escuchaba muy atento. Así llegaron a la última hora de clase.

-...y el último día, bueno... Isabella se convirtió por fin en mi novia...-finalizó.

Todos lo aplaudieron, en especial las niñas exploradoras. Warhol quedó boquiabierto.

-¡No puedo creerlo! ¿Tú e Isabella son novios?

-¡Sí!-gritó ella, feliz.

-¡Wow! ¿No era que creías que el amor lo arruinaba todo? ¿Dónde quedó ese Phineas Flynn que sólo quería divertirse?

-Aún existe, señor... pero ha crecido. Ahora estoy enamorado...

Y miró a su novia, muy contento. De repente, Gretchen comenzó a gritar:

-¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!

Los demás se prendieron y gritaron junto a ella. Hasta el profe se unió.

Phineas la miró de nuevo y le sonrió. La morocha lo imitó, y luego lo besó en los labios, para alegría de todos.

-¡Buen trabajo, Phineas!-gritó Django.

-¡Sí, así se hace, jefa!-exclamó su segunda.

Bernard aplaudió aún más fuerte que todos. Estaba muy contento de ver a sus alumnos preferidos enamorados.

-¿Saben qué, chicos?-les preguntó-Yo siempre vi a ustedes dos como una pareja. Son el uno para el otro.

Phineas e Isabella se sonrojaron.

-Sí, desde hace mucho... hace mucho que soy su maestro... ¿creen que no lo sé? De hecho...

Pero, de repente, Irving, tal vez para parecer importante, empezó a burlarse del chico pelirrojo.

-¡Phineas tiene novia!-cantó, risueño-¡Phineas tiene novia…!

Fue entonces que Buford le arrojó una pelota de fútbol que tenía guardada en su mochila.

-¡No te pases de listo, ñoño!-le gritó-¡Voy a hacerte el torbellino de tu vida!

-¡No, no…! Perdón…

En eso, la campana sonó. Era el final del primer día de escuela.

-¡Hora de irse, niños!-avisó Warhol, ante la alegría de todos-Por cierto, antes de que se vayan… ¿alguien más consiguió novia este verano?

-Sí…-dijo Phineas, y, mientras tomaba su mochila, miró a su amigo-Baljeet también tiene novia.

Entonces, Ginger le agarró la mano, lo que hizo que el chico se ruborizara al máximo.

-¡Pero qué bien!-exclamó Bernard-Sé bueno con ella, ¿quieres, Jeet?

-Por supuesto, señor…-le respondió, sonriente-le prometo que…

Pero Irving, una vez más, metió las narices donde no debía.

-¡Baljeet tiene novia!-volvió a burlarse-¡Baljeet tiene novia!

Enojadísimo, el moreno tomó un lápiz y lo partió al medio.

-Déjalo, Buford-le dijo al bravucón, justo cuando le iba a tirar la pelota nuevamente-Éste es mío.

Unos momentos después, todos salieron muy contentos por la puerta del colegio. Phineas e Isabella caminaban juntos, con Ferb detrás, alejado de ellos; un poco más atrás iban Buford y Django, quienes reían a carcajadas y felicitaban a Baljeet, también sonriente. Unos minutos después, salía Irving, completamente empapado, con papel higiénico pegado en el cabello, los anteojos rotos y caminando con dificultad debido a una excelente maniobra de calzón chino. Todo, obra y gracia del hindú.

-Excelente torbellino, Jeet-lo felicitó el australiano.

-Gracias… vaya, es el primero que hago en mi vida y me siento genial…

-Es tu bautismo de fuego-le comentó el bravucón-O, como dicen los grandes, perdiste tu virginidad…

-Ni siquiera sabes lo que significa virgen, ¿verdad, Buford?-le contestó el moreno.

-No…-se lamentó el chico.

Sin escuchar lo que el trío comentaba, la parejita subió al autobús y no hicieron otra cosa que abrazarse, completamente enamorados, hasta que llegaron a sus hogares. Ambos, con Ferb otra vez detrás de ellos, se quedaron parados en la vereda de la casa de Isabella, y permanecieron un momento mirándose a los ojos.

-Cuanto te amo, Phineas...-le dijo ella-¿quieres que salgamos más tarde?

-Sí, por supuesto... me traerá recuerdos del día del partido...

-¡Bien! Te veré en el parque Danville a las... ¿qué tal a las tres?

-Me parece bien... bueno, adiós, Isa.

Se despidieron con un beso y se dirigieron a sus respectivas casas. Ella entró sola, y el pelirrojo junto con su hermano, quien caminaba lentamente.

-Vamos, Ferb, mamá está terminando de hacer el almuerzo.

Resignado, lo siguió, triste.

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Finalmente, y luego de una ardua batalla, Heinz Doofenshmirtz fue recapturado. Perry había logrado inmovilizarlo atándolo a una silla con unas sogas que había por allí, y había desactivado el calorizador.

-Buen trabajo, Agente P-lo felicitó Monograma, con los ojos llorosos por el flash-¿Qué tienes para decir, Doof?

-Odio las sogas-comentó, enojado-Bien, ya me tienen. ¿Van a llevarme de nuevo, no?

-Sí, pero primero vamos a interrogarte.

-Diablos. Bien, ¿qué quieren saber?

-Cuéntanos como escapaste.

-De acuerdo, de acuerdo… aquí voy-dijo, y comenzó a contar:-Yo ya había sido trasladado a mi celda luego de que me tomaran la foto, me hicieran poner los dedos en tinta y todo eso. Ahí estaba yo, tranquilo, con mucha ira dentro mío, hasta que, en un momento, algo rompió el techo de la cárcel y cayó sobre mí. Era la cabeza de mi fiel robot, Norm.

Y miró a su amigo, que reposaba sobre la mesa, sin poder hacer nada más que mirar.

-Yo no podía creer que su cabeza aún estuviera viva, por lo cual decidí utilizarla para escapar. Como dentro de ella había un taladro, lo utilicé para cavar un túnel y salir de la prisión. Fue entonces que, viendo que no tenía otro lugar, regresé aquí, con la cabeza.

-Fuiste un idiota-le dijo Francis-Sabías que tarde o temprano vendríamos a revisar este lugar.

-Sí…-susurró el malvado, mientras intentaba sacar una cámara de su bolsillo con la punta de los dedos.

El Mayor pronto se dio cuenta de lo que intentaba hacer, y exclamó:

-¡Deténganlo!

El grito asustó a Heinz e hizo que soltara el objeto que ya había logrado agarrar, lo que provocó que éste cayera al suelo y volviera a soltar un flash cegador.

-¡Ah!-chilló Carl-¡Mis ojitos…!

-¡Agente P, ayúdanos!-aulló Monograma.

Pero cuando Perry quiso interceder, ya era tarde: Doof estaba libre y había vuelto a activar el calorizador.

-¡Ja, ja!-rió, totalmente loco-¡Atrás! ¿Qué tienes para decir, Franny?

Luego de incorporarse, el jefe del ornitorrinco reaccionó ante el apodo:

-Eres un $%&.

Dicho esto, Heinz saltó por el orificio que el Agente P había hecho, y abrió un paracaídas que había tomado momentos antes.

-Atención, tropa-habló el jefe-Tenemos un prófugo en el Área Limítrofe. Les ordeno que vigilen absolutamente todo el estado y que no dejen lugar sin patrullar. Ese tipo debe ser capturado de forma inmediata.

Los soldados asintieron, y salieron a recorrer la calle, mientras que el Agente P y Carl siguieron a Francis, rumbo a la sede de la Agencia.

Fin de la primera parte
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Segunda parte --> [link]

Hoy estreno lo que es la secuela de mi fic "Phineas y Ferb: La Película", una historia que comprenderá varios capítulos, de dos partes cada uno, con diferentes tramas, y situaciones más descabelladas.

El humor de este fic será más adulto y se acercará más al de series como Padre de Familia y Animaniacs. Muchas parodias, flashbacks, alguna que otra palabrota de por medio, sátiras a series actuales (que no tienen intención de ofender a nadie) serán incluidas, aunque como me encanta el romance y las situaciones entre novios (uf, ya me puse cursi) habrá muchas de estas, en especial entre Phineas e Isabella.

La canción introductoria es una parodia del tema de Billy Joel, "We Didn't Start the Fire" ([link]) y la otra tienen el link ahí, es de la banda argentina de los 60's Los Gatos.

Espero que, por ahora, les esté gustando la historia. ¿Qué pasará con Doof? ¿Por qué Ferb está triste? Lo descubriremos en la segunda parte... ¡saludos, fans de P&F! Juli is out... peace!
© 2012 - 2024 Juli4427
Comments15
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Cinty95's avatar
esta super genial tiene de todo no se que decir a favs !!!